El paso del tiempo lleva a la formación de líneas de expresión causadas específicamente por la menor producción de ácido hialurónico, colágeno y elastina, todos ellos elementos esenciales y nutritivos de la dermis en la piel.
Los hilos de sustentación consisten en una técnica no quirúrgica novedosa con la cual tratamos la flacidez facial. La técnica intenta corregir el excedente de piel y la pérdida de posición de las estructuras faciales y cervicales. Estos se introducen bajo la piel y la traccionan hacia arriba provocando un efecto lifting en la frente, las cejas y la zona de la mandíbula. Como se colocan a través de incisiones muy pequeñas, su aplicación es más simple, menos costosa, y deja menos cicatriz que el lifting tradicional.
La técnica es indicada para pacientes con flacidez facial leve a moderada, para producir aumento de volumen en los pómulos, para atenuar la papada incipiente, el abdomen con pequeña flaccidez y los muslos fláccidos. Pero también para los pacientes con miedo a la cirugía convencional y a los que presentan contraindicaciones a la anestesia general. Finalmente, las zonas donde se recomienda y se aprueba su uso son la supraciliar (sobre las cejas), mandibular, cuello, glúteos y abdomen. Además no hay una edad mínima, se puede realizar a personas entre 30 y 70 años, diferentes tipos de piel ya que este tipo de procedimiento no produce cicatrices.
Está contraindicado en pacientes con exceso de grasa facial o con tejidos faciales muy flácidos, en estos casos es recomendado el lifting quirúrgico tradicional.
Es un procedimiento que no genera ningún dolor ya que en los trayectos por donde pasarán los hilos se infiltra anestesia local, así cuando se introduzca la cánula y el hilo el paciente no sentirá ningún dolor.
Además se puede complementar para un resultado más integral con otras técnicas de Medicina Estética como Implantes de Relleno con Ácido Hialurónico, Toxina Botulínica, Factores de Crecimiento entre otras.
Doctor Ismaél Behaine
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